x»El largo brazo de la ley». El procesamiento del expresidente por siete delitos federales acentúa la división del país, entre quienes ven una “caza de brujas” para impedir que se presente de nuevo y los que esperan que el caso demuestre que nadie está por encima de la ley. Es la segunda comparecencia de Trump ante un tribunal desde abril, cuando en Nueva York se declaró inocente de cargos derivados de un pago irregular de dinero a una actriz porno para que guardara silencio.
El fiscal especial Jack Smith, que encabeza la acusación, dijo que Trump se llevó miles de papeles que contenían algunos de los secretos de seguridad nacional más sensibles del país cuando abandonó la Casa Blanca en enero de 2021 y que los almacenó de forma desordenada en su finca de Mar-a-Lago, en Florida, según los cargos publicados la semana pasada.
La acusación alega que Trump mintió a los funcionarios que intentaron recuperarlos, según reportó la agencia de noticias británica Reuters desde Miami.
Entre los 37 cargos de los que el Tribunal le presentó, 31 de ellos son por retención intencionada de información de defensa nacional contenida en otros tantos documentos; tres, por guardarse y ocultar papeles a las investigaciones federales; dos, por falsedad; y el último, por conspiración para obstruir a la Justicia con uno de sus empleados, Walt Nauta. Es la primera vez que un expresidente se enfrenta a delitos federales; siete, en este caso.
Los expertos legales dicen que las pruebas constituyen un caso sólido, y el fiscal Smith ha dicho que Trump tendrá un juicio «rápido».
En las 49 páginas de la acusación, Smith aportó pruebas de movimientos de documentos dentro de la mansión del magnate en Florida, cámaras de seguridad, fotografías en las que se ven las cajas en lugares como un baño o sobre el escenario de un salón de baile, y conversaciones de Trump con personas a las que les enseña documentos clasificados pese a que carecen del permiso para verlos.
Smith incluyó declaraciones de Trump durante su campaña presidencial de 2016: «Durante mi Administración voy a hacer cumplir todas las leyes referentes a la protección de la información clasificada. Nadie estará por encima de la ley», o «No podemos tener a alguien en el Despacho Oval que no entienda el significado de la palabra confidencial o clasificado».
La jueza asignada al caso, Aileen Cannon, fue nombrada por Trump en 2020 y emitió una sentencia a su favor durante la investigación el año pasado, la que fue revocada en una apelación.
Expertos dicen que podría pasar un año o más antes de que se celebre el juicio, debido a las complejidades del manejo de pruebas clasificadas. Los abogados de Trump podrían presentar una serie de mociones para impugnar el caso de Smith, lo que provocaría más retrasos.
Trump es el primer presidente o exmandatario de EEUU que se enfrenta a cargos penales, pero eso no ha mermado sus esperanzas de volver a la Casa Blanca. Según una encuesta de Reuters/Ipsos, mantiene una amplia ventaja sobre sus rivales por la candidatura republicana para las elecciones presidenciales de 2024. El 81% de los votantes republicanos considera que los cargos contra él tienen una motivación política.
Trump mantuvo ante el tribunal que es inocente, y consideró que el caso representa un intento de socavar su esfuerzo para la reelección. Tras la audiencia, reiteró ante sus simpatizantes que «No vienen a por mí, vienen por ustedes; yo solo me interpongo en su camino», en referencia a las causas judiciales que enfrenta.
xCon las cámaras bloqueadas en la sala del tribunal de Miami, el público fue ilustrado con estos bocetos para vislumbrar el momento histórico. Los papeles requisados por las agencias de seguridad estadounidenses en la residencia de Mar-a-Lago constan de un centenar de cajas con unos 13.000 documentos, unos 300 de ellos clasificados, que Trump se llevó sin permiso de la Casa Blanca en enero de 2021, cuando dejó de ser presidente. El caso promete poner a prueba el sistema judicial estadounidense y la misma democracia.
Kari Lake, expresentadora de tv que incursionó en política durante la administración Trump, y que se niega a reconocer que en noviembre de 2022 perdió las elecciones a gobernadora de Arizona, declaró que «Si quieren ir por el presidente Trump, tendrán que pasar por encima de mí y de 75 millones de estadounidenses como yo. Les voy a decir una cosa: la mayoría de nosotros somos miembros titulares de la Asociación Nacional del Rifle. Esto no es una amenaza, es un anuncio de servicio público», dijo.