Uno de los aspectos a menudo pasados por alto es el uso de anteojos sin la protección específica y tan necesaria.
En Argentina, este problema es especialmente relevante, ya que muchos consumidores desconocen los verdaderos daños que pueden causar esta clase de anteojos de baja calidad.
LA REALIDAD DE UN MERCADO ABUSIVO
La protección UV es crucial para salvaguardar la salud ocular y prevenir problemas a largo plazo. Sin embargo, anteojos sin la debida protección pueden ser engañosos para los consumidores desprevenidos. Muchos productos en el mercado presentan etiquetas que indican que poseen esa protección cuando en realidad ofrecen una protección insuficiente o totalmente nula.
Estos anteojos sin protección UV exponen los ojos a los dañinos rayos ultravioleta, que generar graves perjuicios para quienes los usan. La exposición prolongada a estos rayos puede causar daños oculares irreparables, como cataratas y degeneración macular. Además, se ha demostrado fehacientemente que también pueden provocar queratitis actínica, que se caracteriza por ser una dolencia que se caracteriza por una inflamación grave de la córnea.
Es preocupante que en Argentina, sobre todo en provincias como el Chaco, estos anteojos sin protección UV sean fácilmente accesibles. La falta de regulaciones y controles efectivos por parte de las autoridades de aplicación locales y nacionales ha permitido que estos productos se comercialicen sin ningún tipo de restricción, poniendo en riesgo la salud visual de los consumidores.
xLa falta de conciencia sobre los peligros asociados con estos anteojos también contribuye a su persistencia en un mercado cada vez más abarrotado de bienes de dudosa procedencia y efectividad.
La salud visual debe ser una prioridad, y es responsabilidad exclusiva de las autoridades y de la industria asegurar artículos confiables.
RESPONSABILIDAD SOLIDARIA
La comercialización de anteojos sin protección UV representa una negligencia grave por parte tanto de los fabricantes como de los distribuidores y de todos aquellos que forman parte de la cadena de comercialización.
No cabe duda alguna que estas empresas están comprometiendo la salud de los consumidores al proporcionarles productos inseguros e ineficaces. La falta de transparencia en la información y la falta de cumplimiento de las normas de calidad son moneda corriente en esta cuestión y cada día más preocupantes.
Es necesario que las autoridades argentinas tomen medidas enérgicas para abordar este problema. Se requiere una mayor regulación y supervisión de la industria de anteojos, estableciendo estándares de calidad claros y obligatorios. Asimismo, se deben imponer sanciones y consecuencias más severas para los fabricantes y distribuidores que incumplan estas normas, garantizando la seguridad de las personas que los utilizan.
En el ámbito local, es fundamental que el equipo de fiscalización sanitaria actúe no solo en la etapa de habilitación de los comercios sino también en los casos de venta clandestina de los mismos.
SOLUCIONES QUE SE PLANTEAN AL PROBLEMA
Para abordar este problema de manera efectiva, es necesario implementar una serie de soluciones inmediatas a permitan atacar el problema de raíz. En primer lugar, se requiere una campaña de concientización pública sobre los peligros de los anteojos sin protección UV, educando a los consumidores sobre cómo identificar anteojos de calidad y fiables.
Asimismo, se deben fortalecer los controles de calidad en la importación y venta de anteojos. Esto implica realizar inspecciones rigurosas en los puntos de venta, tanto físicos como en línea, para asegurar que los productos cumplan con los estándares de establecidos por la industria. Asimismo, se debe fomentar la colaboración entre las autoridades gubernamentales y los organismos reguladores para garantizar una supervisión efectiva y continua.
Otra medida importante es promover la certificación y etiquetado claro de los anteojos, estableciendo un sistema de certificación confiable y reconocido que permita identificar fácilmente los anteojos que cumplen con los estándares de protección adecuados. Estas certificaciones podrían ser otorgadas por organismos autorizados que realicen pruebas de calidad y verifiquen la autenticidad de la protección UV ofrecida por los productos que se encuentran en el mercado.
Además, es fundamental involucrar a los fabricantes y distribuidores en este proceso. Establecer una responsabilidad compartida en la comercialización de anteojos con protección UV ayudaría a eliminar del mercado aquellos productos que no cumplan con los requisitos mínimos. Las empresas deben ser incentivadas a priorizar la calidad y la seguridad de los consumidores por encima de los beneficios económicos.
Por último y no por ello menos importante, es necesario fortalecer la legislación existente y aplicar sanciones más severas para aquellos que incumplan con las regulaciones existentes o las que en un futuro se establezcan. Todo ello a fin de enviar un mensaje claro de que la venta de anteojos sin protección adecuada no será tolerada, disuadiendo así a los fabricantes y distribuidores de comercializar productos inseguros para la sociedad.
¿CONCLUSIÓN O CONTINUARÁ?
La falta de protección UV en los anteojos representa un peligro real para la salud ocular de los consumidores.
En Argentina, como así también en la región del norte grande, es fundamental tomar medidas concretas para evitar la comercialización de anteojos sin protección adecuada.
Mediante una combinación de regulaciones más estrictas, campañas de concientización, certificación confiable y sanciones más severas, es posible garantizar que los anteojos disponibles en el mercado argentino brinden la protección necesaria contra los rayos ultravioleta.
xLa salud visual de los consumidores debe ser una prioridad y es responsabilidad exclusiva de las autoridades y de la industria trabajar de manera conjunta para asegurar que estos artículos, hoy de primera necesidad, sean seguros y confiables.
Poder ver de manera segura no es un beneficio, es un derecho.
(*La autora es óptica contactóloga -Matrícula 18.482 -)