Un joven que circulaba en su moto por la avenida Hernandarias fue atropellado por una camioneta, y pese a que el hecho casi le cuesta la vida fue abandonado a su suerte por las personas que iban dentro del vehículo de más tamaño. Ahora se busca dar con ellas. Aparentemente, eran tres mujeres.
MIRARON Y FUGARON
De acuerdo a los testigos de lo ocurrido, el siniestro se produjo entre las 2 y las 2.30 de la madrugada del jueves pasado. En ese momento un joven trabajador avanzaba con su moto por Hernandarias, en sentido hacia avenida Alvear, cuando en la intersección con calle Salta se encontró con una camioneta Toyota Hilux, blanca, que habría intentado cruzar la avenida sin tomar suficientes recaudos, quedando así en el camino del vehículo menor.
El impacto hizo que el motociclista volara despedido, pasando por sobre el capot de la camioneta.
Pese a que todo indicaba que el muchacho podía haber sufrido lesiones de gravedad, las personas que viajaban en la camioneta descendieron de ella, observaron la escena, vieron al joven tendido sobre el pavimento, y volvierona subir a su vehículo para retirarse del lugar, dejando abandonada a la víctima del choque.
LAS BUSCAN
El motociclista estuvo tirado en el asfalto durante casi media hora, hasta que arribó un móvil policial y la ambulancia que lo trasladó al Hospital Perrando.
En el centro asistencial se constató que el muchacho había sufrido fracturas en un brazo y una de sus piernas, aunque la lesión más preocupante es una fisura de cráneo con pérdida de líquido y de sangre.
Pese a la hora del choque, hubo varios testigos de lo sucedido, por lo que ahora se busca dar con las mujeres de la Hilux, que ahora están expuestas a una acción penal no solo por las lesiones ocasionadas al joven, poniendo en riesgo su vida, sino porque además incurrieron en abandono de persona al retirarse desaprensivamente del lugar, mostrando desprecio por la vida del joven.
«INVESTIGUEN USTEDES»
En el caso del joven atropellado, los familiares de la víctima se encontraron con una excusa que habitualmente esgrimen sectores de la policía: no se puede hacer nada si los propios afectados no se ocupan de reunir las pruebas necesarias para dar con los responsables de un delito.
«Ustedes son los que tienen que ver si alguna de las cámaras de seguridad de vecinos y de locales comerciales de la zona tomaron lo que pasó y eso permite identificar a la camioneta», fue -palabras más, palabras menos- lo que les dijeron a la familia del motociclista arrollado.
No es la primera vez que víctimas de distintos delitos o sus seres queridos se encuentran con ese argumento, como si los propios ciudadanos tuvieran que convertirse en investigadores para resolver los hechos que los afectaron.
