Hace unas semanas Mark Zuckerberg, el CEO de Meta, afirmaba que «los ingenieros que empezaron en la oficina de Meta rinden más que quien lo hizo en remoto«. Zuckerberg coincidió en este aspecto a otros grandes CEO de empresas tecnológicas como Elon Musk, Sam Altman, líder de OpenAI o Andy Jassy, CEO de Amazon, quien dijo que la gente en las oficinas tiende a estar más comprometida.
La productividad laboral ha bajado, según los nuevos datos de mayo de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos. Concretamente, cayó un 2,7% en el primer trimestre de 2023 en el sector empresarial, el mayor descenso en 75 años. Esto puede deberse a varias causas, una desmotivación del personal o un posible descontento laboral por las decisiones tomadas por la empresa en los últimos años.
Al tiempo que desciende la producción laboral, el análisis de datos de la empresa Zippia reveló que el 68% de los trabajadores estadounidenses no están comprometidos.
Sin embargo, la caída de productividad no puede justificarse solamente con el teletrabajo. Eso sería quitarse responsabilidades para los Ceos.
La alta inflación y el aumento del coste de los bienes y servicios son factores que contribuyen a la baja productividad de los trabajadores. Cuando sube el coste de la vida, los trabajadores pueden tener dificultades para cubrir sus necesidades básicas. Esto puede provocar estrés y ansiedad, lo que dificulta que los trabajadores estén comprometidos o se centren en su trabajo.