xRita tiene una columna en un programa donde se encarga de convocar a diseñadores, preparar las entrevistas y seleccionar modelos de acuerdo a las prendas. «De esta manera empecé mi faceta de productora de modas, título que obtuve a comienzos de este año. Todo eso para mí significó adentrarme definitivamente en el mundo de la moda, al que siempre consideré mi mundo».
Como buena geminiana se considera polifacética. «Me recibí de abogada, escribana y corredora de comercio, e incluso siendo joven fui profesora de música en una escuela secundaria. Pero también me recibí de maquilladora, asesora de imagen y productora de moda. Desde muy chica me encanta la moda y todo lo relacionado con ella, se podría decir que la moda siempre fue mi pasión, pero lo tomaba como un hobby».
De adolescente, asesoraba a las amigas de su mamá y a sus amigas sobre peinados y sobre qué prendas debían usar. «Me daba mucha felicidad verlas lindas y contentas gracias a mis consejos».
Llegó a tener 28 cintos, varios hechos por ella misma. «Prestaba ropa a todo el mundo, y tenía mucha porque no quería repetir mis looks. Incluso llevaba, como una obsesiva, en un cuaderno las anotaciones de combinaciones de prendas y accesorios que debía usar, y registraba los que ya había usado para no repetir».
xSiempre le interesaron las tendencias y la manera en que las personas las siguen. «Recuerdo que una vez propuse a las amigas de mi hermana que usen doble media, las blancas debajo de las azules, y que se vea el borde blanco, para generar una ‘moda’ en la escuela. Fui al San José, un colegio religioso que en ese entonces solo iban mujeres, y a los pocos días varias siguieron la onda de la doble media».
Nunca estuvo condicionada por la moda, incluso, vestía en contra de las tendencias vigentes en el momento. «Apostaba por la originalidad, tal es así, que varias veces terminé adelantándome a la moda. Usaba prendas que mi mamá había guardado, por ejemplo, los cintos anchos y siempre daba la casualidad que lo que había usado como cosa mía, después se volvía tendencia, porque ‘la moda siempre vuelve’, decía mi mamá. Por eso, ella guardaba lo que ya no se usaba. Me las ingeniaba también interviniendo prendas, sobre todo con tachas, hoy en día lo sigo haciendo».
Su interés por la moda siempre estuvo presente, y se concretó aún más cuando una amiga la invitó a participar en una escuela de modelos. «Cuando me conocieron, me becaron, es decir que no me cobraron. Gracias a eso, aprendí a caminar en pasarela y fui llamando la atención, tanto que una vez desde una agencia me convocaron para modelar en Italia. De pronto se me abrieron las puertas del modelaje internacional, yo estaba súper emocionada con cumplir mi sueño pero siempre fui muy familiera y apegada a mis afectos. Mi papá no quería saber nada, pero al final terminó aflojando cuando lo llamaron desde la agencia y le dieron garantías de que se trataba de algo que iba en serio. Pero cuando tuve realmente la libertad de elegir, sentí que no quería dejar a mi familia y a mi novio de ese entonces. Igualmente, jamás me arrepentí, porque sentía y siento que la vida te presenta oportunidades si uno se mantiene positivo».
Las oportunidades se le fueron presentando, trabajó haciendo promociones, y a los 25 años tuvo su propia agencia de modelos. «Mi socio se encargaba de la parte monetaria y yo de conseguir chicas y prepararlas, algo así como una sociedad de capital e industria. Mi idea era contratar chicas que no solo fueran bonitas, sino que supieran hablar y darte un speech sobre un producto, no quería que las promotoras sean solo un adorno, sino que sean carismáticas y comuniquen las bondades del producto que ofrecían; sin darme cuenta estaba buscando que las chicas se empoderen. Llegamos a hacer books con las chicas e incluso hubo empresas importantes interesadas en contratarnos. El proyecto no prosperó porque era muy chica y en ese momento no sabía de las cuestiones legales necesarias para llevar adelante un emprendimiento como ese, pero me sirvió para darme cuenta que podía coordinar grupos de trabajo, y que las chicas confiaban en mí».
Al poco tiempo estrenaron el estudio jurídico con quien hoy es su marido y padre de sus hijos, y así, paulatinamente fue dejando de lado la moda. «Ese alejamiento fue mayor después de casarme y tener mi primer hijo, porque me concentré por completo en mi familia. En esa época, mi marido consiguió un trabajo en el interior de la provincia, en Virasoro, y nos mudamos con nuestro bebé. Empezó así una etapa Rita Guerin «El mundo de la moda es mi mundo» Jésica Poala Rita Guerin más conocida como Rita Guerin, nació y se crió en la ciudad de Corrientes; está casada con Darío y sus hijos son Felipe y Florencia.
xTrabaja como maquilladora para acontecimientos sociales y producciones de moda. muy difícil para mí, porque estaba lejos de mis afectos y la crianza de mi bebé era muy demandante, a tal punto que dejó de interesarme la ropa y el maquillaje, cosas que eran inimaginables en mí, creo que entré en depresión». No fue fácil cuando le dieron el diagnóstico de su hijo. «Mamá, al ver a mi hijo, me dijo que había cosas que no eran normales en él; algo que yo desconocía totalmente porque era mi primer hijo y no sabía qué esperar.
Así empezó un largo camino para buscar respuestas, y conocí una multitud de terapeutas y nadie me daba una respuesta concluyente, hasta que terminamos llevando a mi hijo al Instituto Fleni en Buenos Aires, donde después de una semana, vino el diagnóstico que intuíamos: Autismo. Como familia, empezamos un camino de recuperación, con mi marido sentíamos que nos habíamos dejado de lado. Aunque amo a mi hijo Felipe, no voy a desconocer que, ser madre de un niño con autismo puede ser muy estresante y agotador. Con ayuda psicológica, fui entendiendo que para ayudar a mi hijo yo necesitaba estar bien, y así empecé poco a poco a volver a lo que siempre me hizo feliz».
xRita regresó con su hijo a Corrientes para que él hiciera terapia. «Mi marido quedó en Virasoro por su trabajo, y Felipe tenía miles de terapias y yo vivía para él, pero a una cuadra de donde alquilábamos, estaba una academia, ‘Estética y diseño’, y decidí hacer un curso de automaquillaje como cosa mía. Fue ahí donde volví a reencontrarme, y no bien terminé ese curso, fui por más y me recibí de maquilladora profesional. Maquillar me sirvió de terapia, me desestresaba».
Como mujer polifacética que es, siguió capacitándose. «Continué perfeccionándome con Wen Acevedo, y haciendo master class con referentes locales como Sabrina Pérez (‘Sabrinart’), Gero Aquino y nacionales como Nathacha Nina, Flor Domenichetti, Lucía Luque. Curso que había, curso que lo hacía. Invertía en productos importados. Me hice amiga de Anabel Acosta, quien se recibió de maquilladora conmigo; ella me enseñó sobre los productos importados, y con ella hoy tenemos un stand de glitter, ‘Glitters Doll’, donde ponemos glitter en eventos».
xVolvió a la fuente, al inicio de todo aquello que complementaba su felicidad. «En la academia de Wen, nos llevaban como práctica a hacer maquillajes en desfiles. Ahí me reencontré con la moda y vi desde adentro lo que era la producción de un desfile. Me volví a sentir como pez en el agua. De a poco desarrollé una pasión por el maquillaje y me largué a maquillar nada más ni nada menos que con los carnavales, lo más difícil». Así fue que en los Carnavales Correntinos de 2019 pudo maquillar a figuras sobresalientes. «Tuve la oportunidad de maquillar a Andrea Costantini, que fue elegida ese año ‘Representante de la Simpatía’, e incluso a ‘La Luchona’ (Enrique Maldini). También, a mi prima Carla Gómez Moreno, que cantaba en Samba Total, y un destaque de Ará Berá, Luisina Sceppacuercia, que ahora está viviendo en EEUU. Ellos fueron mis primeros maquillajes profesionales y los recuerdo con mucho amor ya que confiaron en mí. Al igual que mis amigas, Jimena Maldonado y Melisa Villalba. En otras ediciones maquillé a figuras como María Nieve Garay y Gisela Ramírez».
xActualmente trabaja como maquilladora para acontecimientos sociales, fiestas, quinceañeras, casamientos, recepciones y producciones de moda. «Me especializo en pieles maduras, las que generalmente tienen el párpado caído o encapotado, me encanta cambiarles el párpado con maquillaje. La característica de mis maquillajes es que es un make up fuerte sin perder la elegancia, y no me pueden faltar las pestañas postizas. Hubo maquillajes que no acepté hacerlos porque no querían pestañas, es una característica que me identifica. También, hago peinados con un estilo descontracturado». Se considera una maquilladora inclusiva, ya que maquilla a hombres y mujeres sin importar la edad. «El primer hombre que maquillé fue el cantante Pedro Ríos». Siempre se propone sorprender a la gente con su propia imagen. «Ver la satisfacción de mis clientes es algo que me hace sentir feliz y plena. Escuchar ese mensajito al otro día cuando me cuentan que el maquillaje les duró después de llorar de emoción en su fiesta y que a todos les encantó, me pone muy feliz. Me preocupo de usar los mejores materiales para que conserven el maquillaje, aunque lloren y transpiren». En pandemia, los eventos se suspendieron y en consecuencia el maquillaje. «Aun así, lo recuerdo como un momento feliz, porque en esa época nació mi segunda hija, Florencia, y por suerte como padres pudimos cuidarla y estar presentes todo el tiempo en esos primeros meses. Igualmente, no pude con mi genio y empecé a hacer cursos online sobre moda, y así me recibí de asesora de moda, pero solo por gusto y sin ninguna perspectiva en especial».
xCon sus nuevos conocimientos se pasaba dando recomendaciones a sus amigas sobre combinaciones de ropas, qué usar de acuerdo al rostro o al cuerpo. «Tanto insistía en asesorar, que una amiga de mi hermana que es productora, Eliana Badaracco, me ofreció participar como columnista de moda en su programa ‘Me gusta Argentina’, que lo transmitían el año pasado por Canal T5 Satelital, y este año lo pasan por ‘By Streamer’, por varias plataformas, con quien estoy muy agradecida por haberme dado este espacio. Meterme en este medio fue un nuevo cambio en mi vida, a partir de allí pude conocer a muchos de los diseñadores locales y emprendedoras. Es increíble el talento y la variedad de diseñadores que tenemos, cada uno con su impronta, que ofrecen ropa muy original y la mayoría de la gente no lo sabe». Cree que la vida siempre nos puede sorprender. «Nos podemos seguir capacitando sin importar la edad, los cursos online que surgieron después de la pandemia son una buena oportunidad para adquirir conocimientos, y así podemos manejar nuestros tiempos. Siempre estoy abierta a nuevas experiencias, concluyendo que el hobby también puede ser un trabajo. Lo llamo mi trabajo pasional».