El vicepresidente del Movimiento Nacional Pyme, el chaqueño Maximiliano Pisetta, consideró que las medidas anunciadas recientemente por el gobierno nacional a través del ministro de Economía, Sergio Massa, son «más de lo mismo» y reflejan que «lo que están haciendo es tratar de ver cómo llegan a lo único que les interesa, que es el acto eleccionario del mes de octubre».
Crítico del contexto que se vive en el país, el dirigente pyme dijo que «esto que vivimos hoy es inmnensamente peor que el 2001» por la combinación de pobreza, atraso económico, inviabilidad fiscal y bloqueo a la capacidad productiva.
EL MISMO REMEDIO
«Esto es más de lo mismo, es la profundización del mismo medicamento para un enfermo casi terminal como es la Argentina; es darle cuatro aspirinas en lugar de dos. El problema es que el medicamento está mal porque el diagnóstico está mal», evaluó en una entrevista con NORTE.
«Evidentemente la solución está lejísimo de ser plasmada, porque lo que están haciendo es tratar de ver cómo llegan a lo único que les interesa, que es el acto eleccionario del mes de octubre», consideró.
El dirigente opinó que «acá de una vez por todas hay que tomar las riendas en serio y hacer lo que hay que hacer. Acá no hay muchos secretos; lo que pasa es que lo que hay que hacer son cosas que no son para el corto plazo. Es de ilusos pensar que podemos resolver de un día para el otro una crisis de 70 años con un promedio de inflación anual superior al 100% en todo ese tiempo».
LA PEOR
Pisetta no dudó en sostener que la crisis actual «es la peor de la historia, porque además del problema económico, monetario y financiero tenés un problema social, con un 50 y pico por ciento de pobreza».
xMaximiliano Pisetta en NORTE: «No se puede esperar una salida de un día para el otro a una crisis que lleva setenta años».Por eso planteó que «esto es inmnensamente peor que el 2001, porque no teníamos este margen de pobreza. Hoy hay además 23 millones de cheques que salen todos los meses de la Tesorería nacional para abastecer a ese sector que no produce ni siquiera lo que consume. Es una de las causales de la enorme emisión que tenemos», dijo, aludiendo a la masa de personas que en la Argentina dependen de un ingreso del Estado.
«Lo que hay que hacer está muy claro, creo que cualquier persona sensata y normal lo tendría que saber», afirmó, y acotó que el Estado argentino «tiene la inercia que tiene porque gasta más de lo que recauda. El déficit fiscal primario, fiscal global y cuasifiscal hoy está llegando a casi 16 puntos del PBI. Para tener una idea, Alfonsín cayó con 11 puntos, De la Rúa con 12. Hoy estamos en 16 puntos de déficit con respecto al PBI», marcó.
Con ese escenario, dijo que «no queda otra que achicar gastos o potenciar enormemente la producción, quitarle todas las ataduras para que la producción florezca. No espero que tengamos superávit, pero por lo menos dejemos de tener déficit y que luego podamos crecer fiscalmente».
En ese punto, dijo que «no hay dólares porque la balanza comercial es deficitaria. Y exportamos poco por la cantidad de trabas que hay para exportar. No es tan complicado. Es simple. El tema es que no lo quieren hacer», dijo.
EL GRAN DIVORCIO
En cuanto a la oposición, comenzó por señalar que hay un contexto «de profunda desesperanza en el pueblo, porque se siente traicionado, y ese es el gran divorcio entre los políticos y el pueblo. Los que ya estuvieron fueron una continuidad de esto mismo. Yo espero que si vuelven hayan tomado nota del fracaso que tuvieron», dijo sobre la gestión de Juntos por el Cambio, de la que apuntó que «ahí también se perdieron 275.000 puestos de trabajo en la industria».
«Tenemos que ver al momento de ir a las urnas qué modelo de país queremos. Nosotros queremos un país de producción y trabajo, porque es lo que siempre ha sacado de las grandes crisis a todos los países del mundo, no hay otra receta», resaltó.
Pisetta dijo que por todo eso descree de una dolarización de la economía como salida. «Si seguimos gastando más de lo que entra, ¿de qué nos va a servir? Vamos a tener déficit pero en dólares. Acá no es una cuestión de moneda, es una cuestión de gasto. Cuando el Estado gasta más de lo que recauda, pasa lo que está pasando. Si un particular, una empresa hace eso, se funden. Pero cuando lo hace el Estado, nos pasa la factura a todos. Es lo que padecemos todos los días cuando vamos al supermercado. Cuando pagamos hoy más caro que ayer, esa es la factura que nos pasa a nosotros el Estado. Nos carga más impuestos, trabas, y así estamos», describió.
Además consideró «una absoluta mentira» que la inflación no sea un problema tan grave porque de todos modos hay crecimiento económico, según alega el gobierno. «Vengo de hablar con cientos de empresarios en un encuentro, y estamos entrando en la fase más perversa de la economía, que es la estanflación, es decir la recesión combinada con inflación».
«Hay faltantes de artículos porque hay bajo nivel de actividad, al caer los niveles de producción, porque no hay dólares para traer insumos. Y si hablamos del financiamiento, ¿quién va a tomar un préstamos al 130 o 140%? La Argentina vive un estado permanente de locura, y lo digo por estas cuestiones», planteó.
Pisetta instó a «no permitir que nos confundan y nos vendan espejitos de colores. Que haya gente con trabajo en blanco que es pobre es una herejía. Si hay un plan, con equilibrio fiscal y vendiéndole más al mundo que lo que le compramos, con producción y trabajo, vamos a volver a tener esperanza, y socialmente vamos a estar de una manera diferente porque vamos a vislumbrar una luz al final del túnel, que es lo que hoy no existe».
Eso, dijo, también impedirá «que sigamos perdiendo a jóvenes, tal vez los más preparados, que huyen del país a buscar un horizonte en otra parte. Hay una salida, pero es una cuestión de decisión política. El plan de cualquiera que gobierne debe ser gastar menos que lo que se recauda y venderle más al mundo desde una Argentina que estructuralmente es riquísima pero a la que medio siglo de recetas equivocados sumieron en una realidad paupérrima».