Un estudio del Instituto de Medicina Regional (UNNE) y la Administración Provincial del Agua (APA) analizó muestras de agua potable de depósitos domiciliarios en esa provincia y encontró una alta proporción de muestras «consideradas no aceptables» para el Código Alimentario. «No es un problema del agua potable sino de falta de limpieza de los reservorios», indicaron.
xEn el marco de investigaciones de búsqueda de bacterias de relevancia sanitaria en depósitos domiciliarios de agua, desde el Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste se encontraban de manera frecuente con muestras de agua que exhibían elevada presencia de ciertos microorganismos que podrían afectar la calidad del agua potable.
Ello en gran parte podría estar siendo generado por la falta de limpieza de los depósitos, que era común observar en las visitas a los domicilios.
Las muestras de agua fueron tomadas en recipientes estériles y se trasladaron refrigeradas al laboratorio, para luego realizarse el análisis microbiológico acorde a los parámetros establecidos por el Código Alimentario Argentino.
«Los resultados obtenidos demuestran una alta proporción de reservorios domiciliarios donde el agua no cumple con los criterios de aceptabilidad microbiologica para consumo humano», se indica en las conclusiones del estudio que fueron presentadas en la última edición del Congreso Anual de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI 2022).
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NECESIDAD DE LIMPIEZA
«No es un problema de la calidad del agua potable que llega a los domicilios, sino de cómo las condiciones de los depósitos pueden afectar el agua que se distribuye dentro de las casas o en los departamentos de edificios», remarcó el director del Área de Bacteriología del Instituto de Medicina Regional, Luis Merino, en diálogo con UNNE Medios.
Recordó que la calidad del agua potable en entornos domésticos requiere una evaluación periódica a fin de evitar la exposición de niños y adultos susceptibles a una variedad de enfermedades de origen hídrico.
En ese sentido, resaltó que la limpieza de los reservorios es clave para evitar que el agua potable que ingresa pueda perder esa condición y pasar a ser «microbiológicamente no aceptable», según los estándares de calidad de agua destinada al consumo humano del Código Alimentario Argentino (CAA).
RECOMENDACIONES
Para el adecuado almacenamiento de agua potable, el tanque, tanto de viviendas particulares, edificios, como de instituciones, se debe limpiar con una frecuencia no menor a una vez al año, de lo posible cada seis meses.
En todos los casos, una vez finalizada la operación de limpieza, se debe realizar un muestreo de agua del grifo dentro del sistema de distribución para analizarlo en laboratorio.
Resulta indispensable que el tanque de almacenamiento se encuentre correctamente cerrado para evitar el ingreso de contaminantes en el agua de consumo.