xEl trabajo de las estimuladoras es con los niños y un familiar. Por el 25 aniversario del Centro de Estimulación y Aprendizajes Tempranos (CEAT) Nº 1 la celebración se realizará el martes 30, a las 9.30.
Con actividades pensadas para la familia se invita al público en general a acompañar en el teatro La Máscara de av. Evaristo Ramírez y Nikola Tesla de Resistencia.
«Tenemos ganas de festejar y de encontrarnos después de dos años de aislamiento», invita la directora Verónica Arzamendia.
Primeros pasos
Durante una transmisión en vivo en la página de NORTE en Facebook la docente explicó los orígenes y la actividad actual de la institución.
Hace 25 años el CEAT nació para dar respuesta a los avances alcanzados en el sistema de sanitario provincial, puntualmente en Neonatología del hospital Perrando, con un mayor y mejor pronóstico para los bebés prematuros.
Para 1998 también en el primer grado de la primaria se detectaban niños con riesgo social que por ejemplo presentaban secuelas por desnutrición.
«En la detección temprana observamos al niño un poco antes, justamente para reducir secuelas y para dar una mirada terapéutica educativa», explicó.
xVerónica Arzamendia, directora del CEAT Nº 1.El acceso
La atención incluye a bebés y a niños de hasta tres años de edad que presentan una discapacidad, patología o riesgo.
Integrantes de un equipo interdisciplinario evalúan las áreas de desarrollo para avanzar hacia un acompañamiento con la familia.
Al CEAT pueden llegan niños a partir de la mirada de un familiar que se preocupa por alguna de las áreas de desarrollo: el lenguaje, lo auditivo, la comunicación, la mirada, lo motriz: gateo o marcha de los primeros pasos.
«También recibimos pedidos de pediatras que trabajan en centros de salud del Gran Resistencia», explicó Arzamendia.
Además existe una gran red con el Ministerio de Desarrollo Social y los centros de desarrollo infantil, por el que todos los estamentos que trabajan con primera infancia están atentos a la detección temprana de situaciones.
xEl trabajo de las estimuladoras es con los niños y un familiar. Sin etiquetas
Contra una patologización de la infancia, la directora del CEAT enfatiza que hasta los seis años no puede haber pronósticos cerrados.
«Para un niño que necesita ayudas, mientras está recibiendo estimulación tiene muchísimo por delante; les mostramos a papás y mamás un largo camino previo a (poner) una etiqueta»dice en alusión a los diagnósticos que pueden generar en ellos condicionamientos o limitaciones.
Agrega que antes de acceder a un certificado de discapacidad, la indagación es un tiempo valioso para cada niño o niña: «Si un test dice que un niño tiene cierto diagnóstico médico, decimos que ese niño tiene mucho por hacer».