«Es de madera mi paciencia,sorda, vegetal». La primera vez que leí esos versos inciales de un poema de César Vallejo quedé prendado. Volví una y otra vez a estos versos: «Es de madera mi paciencia, / sorda, vegetal».En 1922 César Vallejo publicó su libro Trilce. César fue un poeta y escritor peruano. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía universal del siglo XX. En el centenario de la publicacion de Trilce la editorial Decontexto publica una nueva edición del libro emolando aquella primera edición. Belleza de objeto papel que trae y nos convoca – ya que estamos – a seguir leyendo sus poemas. Aquí compartimos dos poemas. IQuién hace tanta bulla y ni dejaTestar las islas que van quedando.Un poco más de consideraciónen cuanto será tarde, temprano,y se aquilatará mejorel guano, la simple calabrina tesoreaque brinda sin querer,en el insular corazón,salobre alcatraz, a cada hialóideagrupada.Un poco más de consideración,y el mantillo líquido, seis de la tardeDE LOS MÁS SOBERBIOS BEMOLES.Y la península párasepor la espalda, abozaleada, impertérritaen la línea mortal del equilibrio. IIILas personas mayores ¿a qué hora volverán?Da las seis el ciego Santiago,y ya está muy oscuro.Madre dijo que no demoraría.Aguedita, Nativa, Miguel,cuidado con ir por ahí, por dondeacaban de pasar gangueando sus memoriasdobladoras penas,hacia el silencioso corral, y por dondelas gallinas que se están acostando todavía,se han espantado tanto.Mejor estemos aquí no más.Madre dijo que no demoraría.Ya no tengamos pena. Vamos viendolos barcos ¡el mío es más bonito de todos!con los cuales jugamos todo el santo día,sin pelearnos, como debe de ser:han quedado en el pozo de agua, listos,fletados de dulces para mañana.Aguardemos así, obedientes y sin másremedio, la vuelta, el desagraviode los mayores siempre delanterosdejándonos en casa a los pequeños,como si también nosotrosno pudiésemos partir.Aguedita, Nativa, Miguel?Llamo, busco al tanteo en la oscuridad.No me vayan a haber dejado solo,y el único recluso sea yo.